¿Y si mejor te hubieras ido?
Y si mejor te hubieras parado de esa banca estrepitosamente en la penumbra de la noche, ¿qué habría sido de ti? ¿qué habría sido sí disfrutaras de los placeres de la vida, sola? y nadie te obstaculizara tu camino, nadie frustrara la mayoría de tus planes, ni te hiciera llorar y gritar de coraje... Ni lo aderezara con risas ruidosas ni bromas infantiles, ni un hombro para llorar cuando estés triste, ni abrazos de consuelo ni miradas cadenciosas...
Te habrías perdido la historia de amor más sublime de tu vida. Llena de altibajos y reveses trágicos e inesperados, si... Pero también de risas, ¡y dolores de panza por tanta risa! Visitas íntimas al cielo, logros conjuntos y la confianza más grande que te ha hecho sentir una persona... Es triste porque termina... No se cuidó como debía... Pero existió, se añoró, se disfrutó, se gozó... Y como casi todo en esta vida, se terminó... Era tanto y tan bueno, que en el frenético intento por disfrutarnos, nos terminamos todo el amor que teníamos...
Publicado por
María Isabel
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