En 1355, Inés de Castro fue brutalmente ejecutada en el Monasterio de Santa Clara
. Su crimen habia sido ganarse el amor del bríncipe Pedro siendo solo una dama de compañía. La pareja se amó apasionadamente y tuvo hijos, pero sin el consentimiento del rey Alfonso IV, padre de Pedro. Temiendo la influencia de lnés, fue el rey quien ordenó su asesinato. Pero Pedro no perdonó, ni olvidó.
Dos años después, Alfonso lV murió y Pedro ascendió al trono. NÚ empezó SU venganza: persiguió y ejecutó a los asesinos de lnés con saña, arrancándoles el corazón. Pero lo más impactante vino después, ya que aseguró que él se había casado con Inés en secreto, y la declaró reina legítima de Portugal. Mandó exhumar su cuerpo, la vistió con ropas reales y obligó a la corte a rendirle homenaje, besándole la mano cadáver.
La leyenda de la reina cadáver perdura en Portugal como símbolo del amor más trágico. Su tumba y la de Pedro están en el Monasterio de Alcobaca, una frente a la otra, para "verse" al resucitar, según él mismo pidió. La historia ha inspirado novelas, óperas, pinturas y hasta películas. Inés no pudo ser reina en vida, pero, gracias a un amor entre los límites de la pasión y la locura, pudo serlo después de la muerte.
0 comentarios:
Publicar un comentario