EL CIERVO BLANCO
Aparece en la mitología de todo el mundo, desde la India hasta Japón, desde América del Norte hasta Europa.
En las leyendas del Rey Arturo, el inquebrantable "White Hart" (ciervo blanco) representa la búsqueda espiritual de la humanidad, siempre algo fuera de su alcance.
En el simbolismo cristiano, el ciervo blanco a veces puede verse como un símbolo de Jesús, la Luz. Los celtas creían que el ciervo blanco era un agente del "Otro mundo" y un portador de grandes cambios para aquellos que encontraba.
El ciervo blanco aparecía a menudo cuando se infringía alguna ley sagrada.
Este mítico animal representa la "PERSEVERANCIA", el espíritu poderoso y el corazón puro del bosque. Esa fuerza vital que nunca puede ser capturada, domesticada o asesinada.
Aunque la humanidad haya contaminado la naturaleza, tale árboles, arroje basura, provoque incendios y vea como un juego la cacería en tierra sagrada, la vida siempre prevalecerá y se restablecerá el equilibrio.
EL CIERVO BLANCO nos invita a avanzar en nuestro viaje de despertar y conciencia, asegurándonos que el cambio es inmanente.
"Perseverancia"
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